¿Conoces a las nuevas caras de nuestro taller? El equipo de Al Vent crece y, desde hace ya un año, hemos abierto nuestra casa a nuevos miembros que se han formado íntegramente en nuestro taller como especialistas en reparación de instrumentos de viento y pronto abrirán las puertas de nuevos talleres en toda España. ¿Quieres conocer quién forma parte de esta nueva familia?
Hoy entrevistamos a Dulce Salazar, la más veterana del equipo. Hace exactamente un año, esta clarinetista dejó las islas para venir hasta Tavernes de la Valldigna y formarse en esta profesión para poder abrir su propio taller, nada más y nada menos que en Granada. ¡Muy pronto podréis ir a verla!
Un escaneo rápido…
Nombre: Dulce Salazar
Edad: 31
Instrumento: Clarinete
Ciudad: La Orotava (Tenerife)
En profundidad…
¿Cuándo empezaste en el mundo de la música? Cuéntanos un poco tu trayectoria musical.
Empecé en clases de clarinete con seis años en la academia de la banda de mi pueblo, La Agrupación Musical Orotava. Con los años decidí seguir mi formación en la Escuela de música, hasta que finalmente terminé estudiando tanto el Grado Profesional como el Superior de clarinete en el Conservatorio Superior de Música de Canarias.
¿Por qué decidiste dedicarte a la reparación de instrumentos?
Desde muy pequeña ya me llamaba la atención el mecanismo de los instrumentos, me gustaba ver cómo manejando ese complejo entresijo de llaves podíamos conseguir las diferentes notas. Un día decidí que era el momento de verlo más de cerca, así que, con destornillador en mano me aventuré a desarmar mi clarinete. Volverlo a montar ya no fue tan sencillo pero a pesar de todo salí airosa. Me gustó mucho la experiencia, así que desde ese momento sentí que quería saber más acerca de esta fascinante labor.
¿Qué es lo que más te llamó la atención de esta profesión?
Ajena hasta el momento a todo aquello que realmente conlleva el reparar un instrumento musical, descubrí varias cosas que me cautivaron. La primera, fue el desafío continuo que se nos presenta con cada instrumento, ya sea por su modelo, por su antigüedad, por su problema técnico… en ocasiones puede resultar un auténtico rompecabezas dar con la solución óptima. En segundo lugar, los alicates, ¿de verdad hay tantos diferentes? Es una locura, ¡¡en serio!! Lo que realmente es una locura es poder llegar al punto de entender bien las necesidades de cada músico y, mediante ajustes técnicos, mejorar algunos aspectos como la sonoridad, la afinación o la comodidad en el mecanismo, ayudándolos de esta manera a cumplir sus objetivos. Para finalizar, si hay algo realmente satisfactorio es ver el resultado de tu trabajo y cómo un instrumento cobra una nueva vida.
¿Por qué decidiste sumarte al proyecto de Al Vent?
Llevaba algún tiempo queriendo aprender más sobre esta profesión, y cuándo se me presentó la oportunidad de poder formarme con Óscar Egea, uno de los grandes referentes en este sector en España, no lo dudé ni un segundo, fue un sí rotundo, una oportunidad que no podía dejar escapar si quería dedicarme a esto profesionalmente.
En la formación que estás recibiendo, ¿qué es lo que más te gusta o consideras que es tu punto fuerte?
Reparar un instrumento no es una labor sencilla, hay que prestar atención a cualquier mínimo detalle, ensamblar todo el amasijo de llaves, asegurarse de que funcionen correctamente, eliminar “ruiditos” indeseados, etc. Pero mi momento favorito es mimar la madera, retocar la posibles imperfecciones que se hayan podido originar a causa del desgaste de los años, restaurar roturas o grietas, limpiarla y nutrirla hasta dejarla cómo nueva.
Una vez terminada la formación, ¿dónde vas a abrir tu propio taller?
Cuándo termine la formación mi taller abrirá sus puertas en una de las ciudades más bonitas de España, Granada.
¿Qué expectativas tienes al respecto? ¿En qué te gustaría especializarte?
Mi idea es especializarme en instrumentos de viento madera, saxofones, clarinetes, oboes, fagots y flautas, igualmente no le cierro las puertas a la familia del metal, me gustaría tener también unos conocimientos básicos que me permitan hacer pequeñas reparaciones.
Si hay algo realmente satisfactorio es ver el resultado de tu trabajo y cómo un instrumento cobra una nueva vida.
¿Consideras que la profesión de luthier está suficientemente valorada en nuestro país?
Ser técnico de instrumentos es una profesión muy importante dentro del mundo de la música, pero es una profesión que no está regulada en nuestro país. Otros países (muy pocos) sí te ofrecen alguna formación, pero bajo mi punto de vista es bastante genérica y lo que puedes encontrar en España son pequeños cursos en los que te haces una ligera idea de lo que puede ser reparar un instrumento, pero lo que ofrece Al Vent es un aprendizaje más en profundidad dentro de su ámbito.
¿Qué has aprendido durante este tiempo con Al Vent que consideras esencial para hacer un buen trabajo de reparación?
La frase más repetida por Óscar es que nada hay que hacerlo al azar, en todo momento tenemos que entender cada paso que damos, por qué hacemos lo que hacemos, con qué fin, atendiendo a las necesidades de cada instrumento y de cada músico. Cada problema tiene una solución, así que tenemos que ser minuciosos y prestar atención a cada cosa, por pequeña que sea para conseguir así el mejor resultado.
¿Nos dejas una valoración? 😊
Alguien me dijo una vez que si quería ser buena en algo tenía que rodearme de los mejores. Aquí estoy, en Al Vent, aprendiendo del talento y profesionalidad de Óscar y rodeada de un equipo de trabajo que mejor no puede ser Carlos, César y Jonatan, mis compañeros!!
¿Quieres conocer a más miembros del equipo? Lee la entrevista a César Molina Vañó.